"La actual crisis financiera resuena como señal de alarma"

La actual crisis financiera mundial guarda estrecha relación con el armamentismo. ¿Cómo se da esa relación?

En la Jornada sobre Desarme, llevada a cabo el jueves 9 de octubre en el Auditorio de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), Guillermo Sullings, economista y miembro de Mundo Sin Guerras lo explicó así: “Si consideramos que la gran depresión económica de los años ’30 tuvo mucho que ver en la génesis de la Segunda Guerra Mundial, la actual crisis financiera resuena como señal de alarma. Al pinchárseles la burbuja, lo que ahora no pueden conseguir con su sistema financiero, probablemente lo harán con la fuerza de las armas”.“Cuando las divisas comienzan a perder su valor, las potencias tratan de asegurarse a cualquier costo activos duros como pueden ser el oro, el petróleo, el agua, el gas. Y ya comenzaron”, advirtió Sullings. El ejemplo más reciente es Georgia, en donde Rusia y Estados Unidos se disputan los campos petrolíferos del Mar Caspio.“Ahora, lo grave de todo esto es que los mecanismos para asegurarse los recursos naturales son muy sutiles. El gran problema de la globalización actual es que uno no parece tener bien claro quién o qué es el responsable del problema. Así como la gente no suele hacer una relación directa entre la caída de la bolsa en Chicago y el desempleo, tampoco entiende qué relación tiene el armamentismo con la violencia económica, por ejemplo”, explicó.Y concluyó: “Luego de la Segunda Guerra Mundial, muchos pensaron que se acababan las guerras y el armamentismo, pero lo cierto es que terminó ocurriendo lo opuesto. Las guerras proliferaron en numerosas partes del mundo, generalmente creadas por las mismas potencias que fabrican armas y que curiosamente forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU”

Mundo Sin Guerras viene promoviendo la Marcha Mundial por la Paz y la Noviolencia, que arranca el 2 de octubre de 2009 en Nueva Zelanda, un país que siempre se opuso a la instalación de bases nucleares. También apunta a la creación de una Confederación de Naciones, que logre superar lo que el Consejo de Seguridad de la ONU no pudo y/o no quiso. Muchas organizaciones políticas y sociales y personalidades de la cultura ya adhirieron a la Marcha y se prevé estarán participando de las actividades programadas.